En un mundo donde la tecnología digital y la inteligencia artificial (IA) transforman rápidamente la educación, los docentes continúan formándose con currículos que no contemplan la integración estratégica de estas herramientas. Esta carencia impacta directamente en la capacidad de los futuros educadores para diseñar experiencias de aprendizaje situadas en la cultura digital. Este artículo analiza evidencia extraída de diversas fuentes académicas y documentos institucionales para argumentar que los planes de estudio en las facultades de educación de América Latina no están preparando a los docentes para enfrentar los desafíos de la enseñanza en el siglo XXI.
A pesar del creciente reconocimiento de la necesidad de desarrollar competencias digitales y habilidades en inteligencia artificial para la educación, los programas de formación docente en América Latina siguen centrados en enfoques tradicionales (Campos, 2017; Torres Hernández et al., 2019; UNESCO, 2024). Esta situación perpetúa la brecha entre la enseñanza y las nuevas demandas tecnológicas, limitando el impacto positivo que las tecnologías digitales pueden tener en los procesos de aprendizaje (Ramírez-Martinell et al., 2020; UNESCO, 2024).
Análisis del currículo en la formación docente Diversos estudios y documentos analizados evidencian que los programas de formación docente presentan al menos tres problemáticas fundamentales:
Ausencia de un enfoque integral de tecnología educativa: Si bien algunas materias abordan la tecnología, lo hacen de manera fragmentada y sin un marco metodológico que vincule las herramientas digitales con el diseño de experiencias de aprendizaje (Campos, 2017; Ramírez-Martinell et al., 2020; DigCompEdu, 2022).
Desactualización de contenidos y metodologías: Investigaciones señalan que los programas no han sido reformulados a la velocidad de los avances tecnológicos, lo que genera una brecha entre las habilidades que requieren los docentes y las que realmente adquieren en su formación inicial (Torres Hernández et al., 2019; UNESCO, 2024; Munar, 2024).
Enfoque instrumental en lugar de estratégico: El uso de tecnología en los programas de formación docente suele limitarse a herramientas específicas en lugar de desarrollar competencias para la aplicación crítica e innovadora en contextos educativos diversos (UNESCO, 2024; DigCompEdu, 2022; Munar, 2024).
La urgencia de un enfoque basado en competencias digitales y en inteligencia artificial
El Marco Europeo para la Competencia Digital de los Educadores (DigCompEdu) establece una base sólida para evaluar y fortalecer la capacidad digital de los docentes en el aula. Sin embargo, la integración de la inteligencia artificial en la educación requiere ampliar este marco. La UNESCO ha desarrollado el Marco de Competencias de IA para la Docencia (UNESCO, 2024), el cual establece niveles de progresión en el uso educativo de IA. Según este documento, pocos países han definido estrategias nacionales de formación en IA para docentes, lo que demuestra la falta de actualización curricular en esta área (UNESCO, 2024).
Aprendizaje rizomático y nuevas propuestas de formación docente
Más allá de los marcos tradicionales, han surgido nuevas perspectivas que buscan replantear el rol del docente en la era digital. En este sentido, el modelo de aprendizaje rizomático plantea una visión descentralizada y flexible del conocimiento, en la que los docentes dejan de ser meros transmisores de información para convertirse en estrategas del aprendizaje (Grezan, 2024). Esta propuesta busca superar las limitaciones de los currículos rígidos, promoviendo un enfoque donde los futuros educadores desarrollen autonomía, exploración y adaptabilidad en entornos digitales.
La combinación de competencias digitales y de IA con modelos emergentes como el aprendizaje rizomático permitiría a los docentes no solo utilizar la tecnología, sino comprenderla y aplicarla estratégicamente en el diseño de experiencias educativas significativas. Esto es crucial en un contexto donde la enseñanza se enfrenta a la rápida evolución de las herramientas digitales y la creciente automatización de tareas pedagógicas.
Efectos de esta deficiencia en la práctica docente
La falta de integración de tecnología en la formación inicial de los docentes tiene efectos tangibles en el aula:
Poca capacidad de innovación pedagógica con tecnologías emergentes (Ramírez-Martinell et al., 2020; DigCompEdu, 2022).
Falta de estrategias para el desarrollo de competencias digitales en los estudiantes (DigCompEdu, 2022; UNESCO, 2024).
Resistencia y miedo al uso de tecnología en entornos educativos (UNESCO, 2024; Munar, 2024).
Dependencia de plataformas LMS sin un uso crítico de las herramientas digitales (Campos, 2017; Torres Hernández et al., 2019).
Hacia un currículo renovado para la formación docente
Para superar estas limitaciones, se requieren cambios estructurales en los programas de formación docente:
Incorporación de tecnología educativa de manera transversal en todas las asignaturas, basándose en el marco DigCompEdu (2022).
Enfoque en aprendizaje situado y cultura digital, integrando tecnologías emergentes en escenarios reales de enseñanza (Ramírez-Martinell et al., 2020; UNESCO, 2024).
Formación en inteligencia artificial aplicada a la educación, alineada con el Marco de Competencias en IA para la Docencia de la UNESCO (2024), que establece niveles de progresión en el uso educativo de IA (UNESCO, 2024).
Desarrollo de habilidades para el diseño de experiencias de aprendizaje digital, promoviendo la creación de entornos interactivos y colaborativos (Torres Hernández et al., 2019; Munar, 2024).
Exploración de modelos de aprendizaje rizomático, donde los docentes asuman un papel activo en la construcción y personalización del conocimiento, adaptando la enseñanza a las necesidades cambiantes del contexto digital (Grezan, 2024).
La evidencia analizada confirma que el currículo de formación docente en América Latina no está alineado con las necesidades de la era digital. Sin una transformación estructural, los futuros docentes seguirán egresando con escasas herramientas para la integración de tecnología en el aula. Es imprescindible que las facultades de educación reformulen sus planes de estudio para formar docentes capaces de diseñar experiencias de aprendizaje innovadoras y pertinentes en una cultura digital, siguiendo los marcos de competencias DigCompEdu (2022) y el Marco de Competencias en IA para la Docencia de la UNESCO (2024). Asimismo, modelos emergentes como el aprendizaje rizomático deben considerarse como una extensión lógica de estos marcos, proporcionando a los docentes herramientas para navegar en un ecosistema de aprendizaje descentralizado y dinámico.
Referencias
Campos, Y. (2017). Diseño de Programas de Formación Docente en la Cultura Digital.
Ramírez-Martinell, A., Moreno-Anota, Z. E., & Casillas-Alvarado, M. A. (2020). Actualización curricular de Computación Básica a Literacidad Digital.
Torres Hernández, R. M., Lozano Flórez, D., & CLACSO (2019). La formación de docentes en América Latina: perspectivas, enfoques y concepciones críticas.
UNESCO (2024). Marco de Competencias en IA para la Docencia.
DigCompEdu (2022). Marco Europeo para la Competencia Digital de los Educadores.
UNESCO (2024). Marco de Competencias de IA para Estudiantes.
Grezan, A. (2024). Aprendizaje rizomático y comunidades descentralizadas: Un modelo para la era de la IA.
Es un tema muy importante e interesante y actualmente tengo un proyecto e n una escuela de primaria de San Luis Potosí México turno vespertino con el tema de conocer los procesos cognitivos desde las neurociencias y me gustaría poder aplicar la inteligencia artificial con los docentes Que puedo hacer?
¡Hola Jaime! Muchas gracias por tu interés y por compartir tu proyecto. Es un tema fascinante y, sin duda, una gran oportunidad para integrar la inteligencia artificial (IA) de manera estratégica en la formación docente.
Lo primero es reconocer que no existen recetas universales para esta implementación. Sin embargo, un buen punto de partida es diseñar una propuesta de evaluación del proceso más que del producto. Esto permite que la IA sea un catalizador del aprendizaje, posicionando al estudiante como un tomador de decisiones consciente y fomentando el aprender a aprender.
Antes de introducir herramientas de IA, es fundamental asegurarse de que tanto docentes como estudiantes cuenten con alfabetización digital e informacional. No debemos asumir que los estudiantes, por ser “nativos digitales”, tienen un dominio automático de estas competencias. Es clave identificar sus niveles de instrucción, necesidades y deseos formativos.
Otro aspecto relevante es incorporar la metacognición como una estrategia para formular buenas preguntas. La capacidad de hacer preguntas de calidad es esencial para la interacción efectiva con sistemas de IA generativa (IAG), pues de ello depende la profundidad y pertinencia de las respuestas obtenidas.
Si te interesa profundizar más en estos enfoques, te invito a leer otro artículo que complementa este tema: “El arte de aprender: innovación, reflexión y tecnología en la educación”. Allí encontrarás más ideas sobre cómo la innovación y la tecnología pueden transformar los procesos educativos.
Me encantaría saber más sobre tu proyecto y cómo evoluciona su implementación. ¡Mucho éxito en esta iniciativa!