Antes de adentrarnos en las competencias de Inteligencia Artificial, es crucial fortalecer y priorizar las competencias clave que forman la base del desarrollo integral en la educación: desde competencias digitales que nos preparan para el manejo efectivo de la tecnología, hasta habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), que son fundamentales para entender y aplicar soluciones técnicas avanzadas. Igualmente importantes son las competencias personales y sociales, que fomentan el aprendizaje continuo y la adaptabilidad; la competencia civil, que inculca responsabilidad y conciencia social; el emprendimiento, que impulsa la innovación y la autogestión; y la alfabetización y conciencia cultural, que promueven el entendimiento y la expresión en un mundo diverso y conectado. Este enfoque holístico no solo enriquece la capacidad individual, sino que también asegura una base sólida sobre la cual las tecnologías avanzadas como la IA pueden ser integradas de manera más efectiva y ética, adaptándose a las necesidades y desafíos locales y globales.
El Dr. Fengchun, inicia esta observación tan necesaria. A medida que discutimos la transición de competencias digitales a competencias en Inteligencia Artificial (IA), es crucial considerar cómo estos marcos se integran en el contexto educativo.
Aquí algunas reflexiones clave:
Interdisciplinariedad en IA: Las competencias de IA, que incluyen desde el procesamiento del lenguaje natural hasta el aprendizaje automático, requieren un enfoque interdisciplinario. No se trata solo de habilidades técnicas, sino de comprender las implicaciones éticas, lógicas y críticas de su uso.
Capacidades Únicas de la IA: A diferencia de tecnologías previas, la IA permite personalizar el aprendizaje, adaptarse a las necesidades individuales en tiempo real y mejorar proactivamente las trayectorias educativas de los estudiantes.
Formación Docente en IA: Integrar IA en los marcos de competencias digitales es fundamental, pero debe ir acompañado de una formación sólida que empodere a los educadores no solo para usar estas herramientas, sino para implementarlas pedagógicamente.
Desafío de la Estandarización vs. Adaptación Local: Debemos evitar la estandarización excesiva y buscar marcos que sean flexibles y adaptativos a las necesidades locales y culturales. La IA es una herramienta poderosa, pero su implementación debe estar alineada con el desarrollo del pensamiento crítico y complejo.
El Reto de la Estandarización y la Adaptación Local: Es necesario que la integración de Destrezas, Habilidades, Saberes y Competencias que se vinculen a un bienestar del uso de IA en la educación sea vista como una herramienta, no como un fin en sí mismo. Debe evitarse una estandarización rígida que ignore las complejidades del pensamiento crítico y abstracto. Más bien, los marcos de competencia deben ser flexibles y adaptativos, diseñados para responder a las necesidades locales y regionales, honrando la diversidad cultural. Los marcos que propone la Digital Competence Framework for Educators (DigCompEdu) deben ser atendidos como “referencias” y no como propuesta estándar para el desarrollo de las distintas comunidades, ya que cada uno requiere de “intérpretes locales” que logren usar aquellas referencias para llegar a su propio destino, a su propia propuesta de valor en el uso de la Tecnología y en especial la mediación humana en el uso de la Inteligencia Artificial, en todas sus formas, con acento en la cultura local.
Invitación a la Innovación Formativa: La verdadera alquimia formativa surgirá de interpretar y respetar la identidad cultural de todos los pueblos dentro de un contexto globalmente conectado. Este enfoque no solo fomentará una integración más significativa de la IA en la educación, sino que también asegurará que estas tecnologías avanzadas apoyen un marco educativo que promueva el desarrollo integral y diverso de todos los estudiantes, y junto a ello enriquezca de nuevos usos, y potencialidades de la tecnología, en nuestra cultura digital.
La IA es una herramienta poderosa, pero solo eso: una herramienta. El ser humano es complejo; por lo tanto, no tiene sentido profundizar en la enseñanza de las bases de la IA sin asegurar primero la comprensión lectora, el pensamiento crítico y abstracto, y el razonamiento lógico-matemático básico. Sin estas bases, corremos el riesgo de cultivar una población limitada a un pensamiento operativo, sin las oportunidades para desarrollar un pensamiento complejo que permita a las personas entender y disfrutar de los beneficios de tecnología avanzada. Por tanto, la estandarización no es la solución. La invitación está en crear nuevas alquimias formativas que interpreten y reflejen la identidad cultural de todos las comunidades en un contexto global. El desafío es grande, pero es una perspectiva llena de esperanza.”