Podríamos estar ante un nuevo “momento iPhone“. En su momento, entendíamos la telefonía celular bajo un paradigma meramente comunicacional, no multifuncional. El iPhone cambió para siempre la historia de la comunicación en todos los contextos, incluido el educativo. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿Es realmente tan potente una herramienta como Apple Vision Pro en un mercado que ya ha intentado posicionarse tantas veces?

Recordemos lo sucedido con el metaverso. Facebook llegó incluso a cambiar su imagen corporativa en torno a este nuevo concepto y posicionamiento de mercado. Sin embargo, ya sabemos en qué terminó: más de un centenar de empleados despedidos que darían cuerpo a este mundo inmersivo. ¿Acaso el mercado no estaba maduro, o quizás no contaba con las herramientas adecuadas?

En este escenario, los Apple Vision Pro quizás no sean una gran revolución en sí mismos, pero vienen de Apple, la misma compañía que posicionó los iMac, iPhone, iPad y una serie de otros dispositivos y servicios que han revolucionado el mercado, como la App Store y Apple Music.

Además, con el lanzamiento de Apple Intelligence, se podrá crear, junto a una cadena bien articulada de proveedores de software, mundos inmersivos que evolucionen hacia nuevos escenarios de aprendizaje. En estos entornos, los docentes podrán diseñar sus ambientes apoyados por proveedores en la App Store, pero sobre todo por la IA. Esta tecnología puede recrear lo que el docente quiere proponer, pero bajo las reglas adaptativas que imponga el usuario en ese nuevo ambiente, creando de acuerdo a sus avances y logros situaciones de aprendizajes adaptativas, y en el futuro creadas automáticamente.

Es una apuesta importante y potencialmente revolucionaria. El futuro no está escrito. No hay más destino que el que hacemos nosotros mismos. ¿Cómo reinventaremos nuestras rutas de aprendizaje co-construidas entre docentes y estudiantes, en una espiral de aprendizaje a lo largo de la vida? ¿Acaso Matrix ya ha llegado?