La tecnología ha avanzado a pasos agigantados en las últimas décadas, y su impacto en la sociedad y el medio ambiente ha sido cada vez más evidente. En este contexto, el concepto de tecnodiversidad ha surgido como una forma de abordar la necesidad de pensar en la tecnología desde una perspectiva más amplia y diversa. En el documental “¿Por qué es necesaria la tecnodiversidad?” el filósofo Yuk Hui nos ofrece una reflexión sobre el tema y su importancia para la sociedad actual.
En la charla, Hui parte de la premisa de que entender la tecnodiversidad es necesario para comprender dónde nos encontramos hoy en términos de desarrollo tecnológico y para imaginar la biodiversidad. Esta última es un concepto que todos conocemos, pero la tecnodiversidad no es tan común en el discurso público. La tecnodiversidad se refiere a la diversidad de tecnologías, incluyendo las que no son tan conocidas o populares, y es importante porque cada tecnología tiene su propio conjunto de valores, habilidades y conocimientos incorporados. La tecnodiversidad es necesaria para que las sociedades puedan elegir entre una variedad de tecnologías y no depender de una única opción.
Hui también señala que el progreso tecnológico se mueve exponencialmente hacia un punto histórico llamado singularidad tecnológica, lo cual tiene muchas implicaciones. La singularidad tecnológica es el punto en el que la inteligencia artificial superará a la humana, y algunos expertos creen que puede ser el fin de la humanidad. Hui nos recuerda que la singularidad tecnológica no es solo una cuestión de ciencia ficción, sino que ya está en marcha. Y aunque la tecnología puede tener muchos beneficios, también puede tener graves consecuencias si no se utiliza de manera responsable.
Por esta razón, es importante cuestionar las suposiciones ontológicas y epistemológicas de las tecnologías para explorar marcos alternativos y evitar acelerar ciegamente hacia el punto final. Hui nos dice que es necesario reconstruir diferentes historias de la tecnología y reflexionar sobre la posibilidad de estas historias para imaginar una amplia gama de tecnologías y escapar de la convergencia hacia el punto final. Esto nos permitirá evitar la situación en la que la tecnología se utiliza como una forma de control social, en la que las personas se vuelven dependientes de ella para su vida diaria.
Por ejemplo, las redes sociales son una tecnología que ha tenido un gran impacto en nuestra sociedad, pero también ha tenido consecuencias no deseadas. Los algoritmos detrás de las redes sociales a menudo fomentan la polarización y el extremismo, y pueden ser utilizados para manipular a las personas. Sin embargo, Hui nos ofrece un ejemplo de una red social alternativa basada en colectivos, en la que la individualidad no es la unidad básica de la red, sino los colectivos. Este tipo de red social fomentaría la colaboración y la diversidad en lugar de la individualidad y la homogeneización.
La tecnodiversidad también tiene implicaciones para la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. El desarrollo tecnológico puede tener un impacto significativo en los ecosistemas y la biodiversidad, y debemos considerar estos factores al elegir qué tecnologías fomentar y cómo diseñarlas y utilizarlas de manera más responsable. La tecnodiversidad nos permite ver que existen alternativas a las tecnologías dominantes y que es posible desarrollar tecnologías más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Además, al reconocer la diversidad cultural y las diferentes formas en que las sociedades se relacionan con la tecnología, podemos trabajar en conjunto para crear tecnologías que satisfagan las necesidades de la humanidad sin dañar el planeta y sus habitantes.
Flavia Costa en su libro “Tecnoceno” también aborda la problemática del avance tecnológico y su impacto en el planeta y en la humanidad. El término “tecnoceno” hace referencia a una nueva era geológica que estamos viviendo, en la cual la tecnología ha alterado significativamente los ecosistemas y ha transformado la forma en la que nos relacionamos con el mundo natural.
En su obra, Costa destaca cómo el ser humano ha sido capaz de transformar la naturaleza a través del uso de la tecnología, pero también ha sido víctima de sus propias creaciones, como la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. La autora cuestiona el modelo de desarrollo que ha llevado al planeta al borde del colapso, y plantea la necesidad de un cambio radical en nuestras formas de producción y consumo.
En este sentido, la reflexión de Yuk Hui sobre la tecnodiversidad es relevante en el contexto del libro de Flavia Costa, ya que sugiere la importancia de reconocer la diversidad de enfoques y prácticas tecnológicas que existen en el mundo, y no limitarse a una visión unidimensional y homogénea de la tecnología y su desarrollo.
La tecnodiversidad implica una valoración de la diversidad cultural y epistemológica en relación con la tecnología, y un reconocimiento de la multiplicidad de formas en que diferentes culturas han abordado y desarrollado tecnologías a lo largo de la historia. Esto no solo permite una mayor comprensión de la complejidad de la tecnología, sino que también abre la puerta a nuevas formas de innovación y desarrollo tecnológico que no están limitadas a un modelo único y hegemónico.
En términos prácticos, la tecnodiversidad implica promover y apoyar la innovación y el desarrollo de tecnologías que estén en sintonía con las necesidades y demandas locales, y que respeten los conocimientos y prácticas tradicionales de las comunidades. Esto puede lograrse a través de políticas y programas que fomenten la investigación y el desarrollo de tecnologías basadas en la sostenibilidad y la equidad, y que promuevan la colaboración y el diálogo entre diferentes culturas y disciplinas.
La reflexión de Yuk Hui sobre la tecnodiversidad y su importancia en el contexto del avance tecnológico y la crisis ambiental es un llamado a la reflexión y la acción. Reconocer la diversidad de enfoques y prácticas tecnológicas puede ayudarnos a abordar de manera más efectiva los desafíos que enfrentamos como sociedad, y a encontrar soluciones innovadoras y sostenibles para proteger nuestro planeta y asegurar un futuro más justo y equitativo para todos. La obra de Flavia Costa, por su parte, nos invita a cuestionar el modelo de desarrollo actual y a repensar nuestras formas de producción y consumo, para construir una sociedad más consciente y responsable en relación con el medio ambiente y la tecnología.